miércoles, 25 de octubre de 2017

BIENES DE JOSEF CUERDO 02 1787

La casa principal donde vivió y murió el difunto al barrio del Arrabal que linda con calles del Concejo y casa de Josef Carneros en 12000 reales inclusos los seis mil del censo. Una panera en el casco de esta misma villa al barrio de la Costanilla tras del hospital que linda con otra de Pedro Gómez y casa de Nicolás Domínguez en 1250 r. Una cortina para forraje inmediata a la Fotona, cercada de tapia que hace media carga y linda con calle del concejo y tierra de San Juan de Rubiales y con otra de herederos de Cecilia Pasqual en 1500 r. Otra cortina cercada también para forraje al barrio de la Cruz de cabida de una ochava que linda con tierra del arzobispo de Santiago, calle del concejo y casa de Pasqual Escudero en 550 r. Una tierra al término de esta villa a do llaman las Viñas que hace una fanega y linda con tierra del monasterio de Moreruela y camino de las Viñas en 250 r. Otra tierra más adelante que hace dos fanegas y linda con tierra de Lucas Gómez vecino de Manganeses y camino de las Viñas en 500 r. Otra tierra algo más adelante que hace dos fanegas y linda con capellanía que llaman del Cerero y con camino de las Viñas en 500 r. Otra tierra en el mismo término a los Lláganos que hace una fanega y linda con tierra de herederos de Don Francisco Álvarez y con otra del vínculo de Velasco en 250 r. Otra tierra en el expresado término a Falornia y camino de Manganeses que hace nueve ochavas y linda con tierra de San Josef y con otra del monasterio de Moreruela en 1100 r. Otra tierra en el mencionado término al Vallico de Ovejas que hace media carga y linda con tierra de la fábrica de esta villa y con otra de San Zuil de Carrión en 500 r. Otra tierra en dicho término Tras de Riego que hace media carga y linda con égidos del concejo y tierras del arzobispo de Santiago en 800 r. Otra tierra a la Payosa de Villares que hace media carga y linda con pradera de la Payosa y tierra de herederos de Don Francisco Álvarez en 500 r. Otra tierra a las Viñas que llega a la senda de Barregas y hace seis ochavas y dos celemines medidos, linda con tierra del curato de esta villa y otra con la capellanía del Cerero en 1187 reales. Otra tierra al camino de la Aceña que hace trece ochavas y celemín y medio, linda con tierra de la Iglesia de esta villa y con dicho camino en 2477 reales. Otra tierra por encima de la Fuente de Villares en el antedicho término, que hace treinta y dos ochavas y cinco celemines y linda al oriente con tierra de las monjas de Villalpando, y tierra de herederos de Cecilia Pasqual en 6156 r. Otra tierra a la laguna de Cuende que hace treinta y seis ochavas y media, linda con tierras de herederos de Don Francisco Álvarez, y con regato de la laguna de Cuende en 6843 reales. Otra tierra a la laguna de Ceripas que hace dieciséis ochavas y celemín y medio, linda con dicha laguna y tierra de San Juan de Rubiales en 3046 reales. otra tierra a la Nadí que hace once ochavas, digo doce ochavas y un celemín, linda con ejido del concejo y tierra de María Rodríguez en 2281 r. Otra tierra al Regato de las Piedras que hace veinte ochavas y cinco celemines, linda con tierra del vínculo de Don Manuel Álvarez y con dicho Regato en 3906 reales. Otra tierra a la Rodera en el expresado término de esta villa que hace diez ochavas y linda con camino Colorado y el Regato de Ceripas en 1875 reales. Otra tierra a las Fontanicas que hace tres ochavas y cinco celemines, linda con tierra de la iglesia de esta villa y con el Prado de la Vega en 718 r. Otra tierra a la Raya de la Villa y senda de los Panaderos que hace 22 ochavas y tres celemines, linda con dicha Raya y Senda que llaman de los Panaderos en 4219 r. Otra tierra al camino de Bretó, que hace doce ochavas y tres celemines y medio, linda con dicho camino y tierras de la Dehesa en 2359 r. Otra tierra al Cerro de Oterino que hace siete ochavas y tres celemines, linda con tierras del monasterio de Moreruela y tierra de la encomienda de Castro en 1406 r. Otra tierra al Teso de la Reina que hace dieciocho ochavas y cuatro celemines, linda con la Senda de los Molinos y tierra del monasterio de Moreruela en 3500 reales. Otra tierra a la Regata de la Quemada que hace quince ochavas y cinco celemines, linda con Raya de Otero y tierra del vínculo de Ana María Cordero en 2969 r. Otra tierra a la senda de los Molinos que hace trece ochavas y tres celemines, linda con dicha senda, y con Raya de Villalba en 2535 r. Otra tierra término de Villalba por cima de la Presa que hace cuatro ochavas, y tres celemines, linea con tierra de herederos de Josef de Aliste y con camino de Toro en 844 r. Se pone por mas cuerpo de hacienda 500 r. que corresponden a la viuda del difunto en la casa donde vivió y murió el difunto su parte en el casco de esta villa como consta en su hijuela. Es caudal 1426 r. que importan las vistas que dio el difunto a su primera mujer Micaela Pasqual y existen en el lugar de Menegiles. Son caudal 220 r. valor de cinco fanegas de trigo y una de garbanzos que quedó debiendo a los herederos del difunto Manuel Rodríguez Toranzo vecino de esta misma como consta de una obligación firmada de éste. 224 r. valor de siete fanegas de trigo que en igual forma adeuda a esta hacienda Eugenio Alfonso, por si y como pagador de deudas de María García la suegra. 160 r. valor de otras cinco fanegas de trigo, que también adeuda Narciso Prieto vecino de esta villa como consta de una obligación firmada de su puño. 1600 reales que así mismo adeuda a este caudal, Francisco de Prado como consta de otra obligación firmada de su mano. 160 r. que también adeuda a esta hacienda el antedicho Eugenio Alfonso procedidos del valor de cinco fanegas de trigo que le dio prestadas el difunto. 128 reales valor de cuatro fanegas también de trigo que adeuda Juan Calvo maior, vecino de esta villa como consta de otra obligación. 32 r. valor de una fanega también de trigo que adeuda Don Antonio Álvarez vecino de esta villa como consta de otra obligación. 64 r. valor de dos fanegas así mismo de trigo que adeuda por empréstito doña Josefa Gil vecina de esta villa como consta de otra obligación.  160 r. valor de otras cinco fanegas de trigo que adeuda Narciso Prieto de mancomún con Eugenio Alfonso y Manuel Rodríguez  Toranzo vecinos de esta villa como consta de otra obligación firmada de su puño. 78 r. valor de otras dos fanegas y media de trigo que también adeuda Manuel Prieto según tiene confesado. 128 r. valor de otras cuatro fanegas de trigo que igualmente adeuda Tomás Marz. vecino de esta villa. 64 r. valor de otras dos fanegas así mismo de trigo que adeuda Josef Mielgo vecino de esta villa. 543'5 reales, los 540 del valor de cuatro cargas de trigo a treinta reales fanega, y los tres y medio restantes de cuentas ajustadas que adeuda Bernardo Alonso maior, vecino de esta villa, según así tiene confesado a la presencia judicial. 240 r. valor de tres cargas de cebada que también adeuda a este caudal Don Mathías Álvarez vecino de esta villa como consta de una obligación firmada de su puño. 16 reales de una sepultura que debió cobrar el difunto como mayordomo que fue de la fábrica de esta villa y está debiendo Bartolomé Gómez. 18 r. que asi mismo adeuda Bartolomé Gómez vecino de esta villa procedidos de otra sepultura. Otra tanta cantidad que adeuda Paulo del Pozo por la misma razón. Otros 3 reales que por otra sepultura de párbulo adeuda el señor alcalde Don Alonso Álvarez. 12 reales tambien por una sepultura de párvulos que adeuda Ángel Gómez vecino de esta villa. Otros 12 r. que así mismo adeuda Cayetano Quadrado vecino de esta villa procedidos de otra sepultura de párvulo. 6 r. que también adeuda Alonso Calvo maior por otra sepultura de su madre. 3 r. de otra sepultura de párvulo que adeuda Juan Penedo vecino de esa villa. Otros 3 r. de otra sepultura de párvulo que también adeuda Francisco Ramos de esta vecindad. Se agregan por más aumento de este caudal 733 r. mitad de 1466 que pagó el difunto enteramente por el coste de la dispensa para casarse en primeras nunciones con Micaela Pasqual por deber esta suplir su mitad como así se justificó. Así mismo se ponen por más aumento de esta hacienda 468 r. mitad de 936 que también pagó por entero dicho difunto por otra dispensa para contraer en segundo matrimonio con Antonia Temprano su actual viuda, respecto que esta debió pagar la mitad. Con lo cual dijeron y declararon dichos inventariadores y tasadores haber finalizado este de todos los bienes, derechos y acciones que quedaron por el fallecimiento del antedicho Josef Cuerdo, y que no saben ni tienen noticias de otros algunos, y esta regulación y justiprecio la han hecho bien y fielmente a su leal saber y entender sin el menor agravio, bajo de su juramento en que se afirmaron, ratificaron y lo firmaron con su merced el expresado señor alcalde y el curador ad litem, y en fee de ello yo el ssno. antemi Antonio Carriegos.

El documento original se encuentra en el Archivo Histórico Provincial de Zamora. Sección Protocolos Notariales.
Transcripción de Manuel Renau Sancho.


   

viernes, 20 de octubre de 2017

DE CAMPANAS Y OTROS RELATOS 02

RECUERDOS

“Campanas de Bastabales:
cando vos oyo tocar,
mórrome de soidades”
Dice la gran poeta Rosalía de Castro.


Ciertamente, yo no me muero de soledades pero sí me traen recuerdos de niño y nostalgias de los distintos momentos y sonidos que perviven en mi memoria.
Recuerdos del toque del ángelus cuando a las doce de la mañana nos pillaba en el campo y nos parábamos para rezarlo, un pequeño respiro en el trabajo que de alguna manera nos unía con todas las demás personas que también hacían lo mismo. Y del toque de vísperas al atardecer que nos recordaba que ya iba siendo hora de dejar de trabajar y volver a casa.
Cuando las campanas tocaban a rebato, un escalofrío nos corría por el cuerpo poniéndonos la carne de gallina porque era el anuncio de una desgracia que estaba sucediendo en el pueblo. Normalmente era fuego en algún terreno o casa y hacía que todo el mundo saliera a la calle a preguntar para averiguar qué había que coger para solucionar el problema: azadas y rastros si se trataba del campo, o herradas de agua para apagar el incendio en alguna casa.
Nunca olvidaré un día de invierno con una niebla espesa que no dejaba ver nada, típica de las tierras pantanosas, en este caso de las salinas, cuando a las dos o las tres de la mañana oímos las campanas sobresaltados, y nuestros padres y personas mayores salieron rápidamente a ver de qué se trataba. E inmediatamente, provistos de linternas, que servían de muy poco, se organizaron en la plaza por grupos. Se trataba de buscar a una señora que había ido al gallinero, situado a las afueras del pueblo, y que aún no había regresado a casa. Fueron todos a buscarla y, después de un largo rato, consiguieron dar con ella en las orillas del cauce. Se encontraba totalmente desorientada y muerta de frío, cerca de la carretera de Castronuevo. La abrigaron con unas mantas y la llevaron a casa. Cuando regresaron nuestros padres, pudimos volver a dormir tranquilos. Ese día aprendimos que la niebla era muy peligrosa y que había que extremar los cuidados para no salir del pueblo a jugar en días así.
Lo que más nos gustaba era escuchar el repique de campanas porque nos indicaba, y aún sigue indicando, que era una Fiesta Grande y ese día era muy especial y había que celebrarlo. Solíamos distinguir quién tocaba por la forma de hacerlo y la duración del repique, y según quién fuera, atendíamos mejor o peor. Así, podían estar entre varios mozos tocando más de una hora, antes de la misa solemne, ya que lo principal del día de Fiesta, aparte de ponerse la ropa “de los domingos”, era acudir a la Iglesia tranquilamente, pues no se trabajaba en nada, y se cantaba la misa solemne mozárabe del pueblo del S.X (hoy tristemente en el recuerdo). A la salida, antes de ir a tomar el vermut, los mayores eran los que comentaban si el sermón había estado mejor o peor. Los mozos ya se sabía que salían al portal a charlar o fumar hasta que acabase, algo que formaba parte también de la tradición.
La escuela de campaneros ejercía su actividad siempre entre los monaguillos: los mayores enseñaban a los más pequeños y después se iba escalando mérito a medida que se iba perfeccionando el toque. Los días de diario y fiestas menores tocaban los monaguillos. Y en las grandes fiestas, los mejores de entre los veteranos. Todo un arte que es una pena que se haya ido perdiendo.
Nosotros tuvimos la desgracia de que, por razones que no vienen al caso, se nos prohibió subir a la torre a practicar, por lo que a partir de esa fecha, (1960 más o menos), ya no pudimos seguir la tradición. Me alegro de que actualmente se esté retomando este arte y se promueva el aprendizaje del toque de campanas, y se den a conocer los distintos toques. Es bueno que esta cultura permanezca y se reconozca como un lenguaje tradicional, de cuando no existían altavoces, ni teléfonos, y que permitía que todos los habitantes del pueblo estuvieran informados de todo aquello que rompía la monotonía o la rutina del quehacer diario.
Existían otros toques que se utilizaban de forma particular como para espantar las tormentas, para informar de que una persona había fallecido, diferentes para hombre o mujer...
Sí quisiera analizar un poco el toque de anuncio de que una persona se ha muerto. Se llama “encordar”, y aunque no he encontrado ninguna explicación relativa a ello y no figura en el Diccionario de la Real Academia la etimología de esta acepción, muy bien podría venir del latín “in cordis “, (de cor, cordis: corazón). Es un toque que te llega a lo más adentro del corazón, pues este toque, cuando suena, te provoca un sentimiento de profunda tristeza y de dolor por su grave sonido y solemne cadencia a la hora de tocarlo. Otra posible etimología de “encordar” sería “atarse con cuerdas”, “unirse”, para así seguir mejor “la travesía”, como se hace en la montaña cuando hay un paso peligroso. Tampoco estaría mal este significado de “sentirse unidos todos ante el dolor de la pérdida de un ser querido”. Sea una u otra, creo que es una palabra sugerente y con este toque las campanas nos invitan a acompañar desde el corazón a la familia afectada y a unirnos en su dolor.
Estos son algunos de los recuerdos y sensaciones que me vienen a la mente al rememorar episodios y anécdotas asociados al sonido de las campanas y que, inevitablemente, me llenan de una suave melancolía.


Jacinto Escudero Vidal

domingo, 15 de octubre de 2017

APELLIDOS ESCASOS EN VILLARRÍN 04 (1700-1822)


Gallego

Año 1724 murió Alonso Gallego, pobre de Villalpando.
Año 1744 matrimonio de José Gallego, hijo de Tomás Gallego, difunto, y Rosa Prieto, ambos de Pajares; con Ángela Prieto, hija de Antonio Prieto y Laura Ross, difunta.
Año 1771 matrimonio de Domingo Gallego y Rita de Valdeunquillo.
Año 1774 murió Gerónima Gallego, pobre, mujer de José Calvo. No testó. Dejó cuatro hijos. Sepultura 6 reales.
Año 1791 murió Ana mujer de Juan Domínguez. No testó.
Año 1795 murió Domingo Gallego marido de Rita Valdeunquillo. Recibió el sacramento de la extremaunción.
Año 1796 murió María Antonia Gallego, mujer de Bautista Calvo. No testó. Recibió todos los sacramentos.
Año 1804 murió Joaquina Gallego, mujer de Manuel Herrero. No testó. Dejó dos hijos. Recibió todos los sacramentos.
Año 1807 matrimonio de José Gallego, hijo de Pedro Gallego y de Francisca Allen, ambos de Santovenia; con Águeda Cuerdo, viuda de Agustín Calvo.

Gangoso

Año 1727 nació Felipe hijo de Joseph Gangoso y Francisca Payna, ambos de Villanueva de Campo.
Año 1730 nació Gerónima hija de Joseph Gangoso y Francisca Payna, ambos de Villanueva de Campo.

Garrido
Año 1790 murió Isabel Garrido, mujer de don Alonso Álbarez.

Garzón

Año 1764 murió un párvulo, hijo de Diego Garzón y Gerónima García.
Año 1765 murió un párvulo, hijo de Diego Garzón y Gerónima García.
Año 1766 nació Juan hijo de Diego Garzón, nieto paterno Juan Garzón y María Cadierno; y de Gerónima García, nieto materno Joseph García y María González.
Año 1770 nació Lorenza hija de Diego Garzón, nieta paterna Juan Garzón y María Cadierno; y de Gerónima García, nieta materna Joseph García y María González.
Año 1770 murió una párvula, hijo de Diego Garzón y Gerónima García.
Año 1773 nació Ana María  hija de Diego Garzón, nieta paterna Juan Garzón y María Cadierno; y de Gerónima García, nieta materna Joseph García y María González.
Año 1776 murió la párvula María , hija de Diego Garzón y Gerónima García. Sepultura 3 reales.
Año 1778 nació Bernarda  hija de Diego Garzón, nieta paterna Juan Garzón y María Cadierno; y de Gerónima García, nieta materna Joseph García y María González.
Año 1781 murió un párvulo , hijo de Diego Garzón y Gerónima García. Sepultura 3 reales.
Año 1785 matrimonio de Juan Garzón, hijo de Diego Garzón y Gerónima García; con Eugenia Calbo, hija de Alonso Calbo y Manuela Penedo.
Año 1789 nació Bonifacia hija de Juan Garzón de Otero de Sanabria, nieta paterna Diego Garzón y Gerónima García; y Francisca Méndez, nieta materna de Antonio Méndez de Otero, y Josepha Cestero de Villafáfila.
Año 1790 murió la párvula Bonifacia hija de Juan Garzón y Francisca Méndez.
Año 1791 nació Gabriel hijo de Juan Garzón de Otero de Sanabria, nieto paterno Diego Garzón y Gerónima García; y Francisca Méndez, nieto materno de Antonio Méndez de Otero, y Josepha Cestero de Villafáfila.
Año 1796 murió el párvulo Gabriel hijo de Juan Garzón y Francisca Méndez.
Año 1801 murió Juan Garzón, viudo de Francisca Salagre. No testó, ni dejó herederos. Recibió todos los sacramnetos.

Gestoso

Año 1807 murió don Luís Gestoso, de 40 años, residente en Villarrín por su majestad que Dios guarde. “ Uno de los guardas de ronda de contrabandos”; marido de María Carmen Enriquez de Zamora. No recibió sacramento alguno. No testó. Murió de repente. No tuvo hijos. Sepultura 12 reales.

Gil
Año 1796 murió Josefa Gil, viuda de Andrés Flórez. No testó. Recibió todos los sacramentos.

Gorjón

Año 1780 murió Francisca Gorjón, mujer de Pasqual Calvo. No testó. Dejó tres hijos.
Año 1782 murió María Antonia Gorjón, mujer de José Pedrero. Enterrada en la capilla del SS Cristo. Cruz de plata.
Año 1798 murió un párvulo “extraido de Francisca Salagre mujer de Juan Gorjón”.

Guerrero

Año 1701 murió Roque Guerrero. Testó. Dejó 200 reales por su alma.
Año 1711 murió Gerónima Guerrero. Dejó 600 reales.
Año 1802 murió Antonia Guerrero, mujer de Isidro Rabanales. No testó. Dejó un hijo. Recibió todos los sacramentos excepto la extremaunción.

Hernández

Año 1775 matrimonio de Francisco Hernández hijo de Gerónimo Hernández y Catalina Pasqual, ambos de Moreruela de los Infanzones; con Teresa Cuerdo hija de Alonso Cuerdo y Catalina Pasqual.

Herrero

Año 1788 nació Santiago hijo de Manuel Herrero, nieto paterno Santiago Herrero y Josepha González, ambos de Tapioles; y de Juana Ballejo, nieto materno de Francisco Ballejo y María Aguilar, ambos de San Cristóbal de la Bega.
Año 1790 nació Dictino hijo de Manuel Herrero, nieto paterno Santiago Herrero y Josepha González, ambos de Tapioles; y de Joaquina Gallego, nieto materno de Francisco Gallego y María Aguilar, ambos de San Cristóbal de la Bega.
Año 1792 nació Cleta hija de Manuel Herrero, nieta paterna Santiago Herrero y Josepha González, ambos de Tapioles; y de Juana Ballejo, nieta materna de Francisco Ballejo y María Aguilar, ambos de San Cristóbal de la Bega.
Año 1797 nació Eulalia hija de Manuel Herrero, nieta paterna Santiago Herrero y Josepha González, ambos de Tapioles; y de Joaquina Gallego, nieta materna de Francisco Gallego y María Aguilar, ambos de San Cristóbal de la Bega.
Año 1800 nació Margarita hija de Manuel Herrero, nieta paterna Santiago Herrero y Josepha González, ambos de Tapioles; y de Joaquina Gallego, nieta materna de Francisco Gallego y María Aguilar, ambos de San Cristóbal de la Bega.
Año 1807 matrimonio de Francisco Herrero hijo de Pedro Herrero y Josefa Domínguez ambos de Villalba del Obispado de San Marcos de León; con María Domínguez hija de Ángel Domínguez y María Pérez, ambos difuntos.
Año 1802 nació José hijo de Manuel Herrero, nieto paterno de Santiago Herrero y Josefa González; y de Joaquina Ballejo, nieto materno de Francisco Ballejo y María de Aguilar. Todos de Tapioles.

Ferrero

Año 1714 nació Agustín hijo de Jorge Ferrero, nieto paterno de Agustín Ferrero y Jacoba Miñambres, ambos de la Granja; y de María Calvo, nieto materno de Miguel Calvo y Juana de Prada.
Año 1716 nació Ildefonso hijo de Jorge Ferrero, nieto paterno de Agustín Ferrero y Jacoba Miñambres, ambos de la Granja; y de María Calvo, nieto materno de Miguel Calvo y Juana de Prada.
Año 1717 nació Andrés Agustín hijo de Jorge Ferrero, nieto paterno de Agustín Ferrero y Jacoba Miñambres, ambos de la Granja; y de María Calvo, nieto materno de Miguel Calvo y Juana de Prada.
Año 1719 nació María Josefa hija de Jorge Ferrero, nieta paterna de Agustín Ferrero y Jacoba Miñambres, ambos de la Granja; y de María Calvo, nieta materna de Miguel Calvo y Juana de Prada.

Fresco

Año 1714 nació Isidro hijo de padre desconocido y de Rafaela Fresco ( del Val).

Fuertes

Año 1804 murió Don Antonio Fuertes de muerte violenta, vecino de la Bañeza; mujer de doña Mariquita Asenjo. Recibió el sacramento de la Extremaunción.

Guzmán

Año 1716 murió Joseph Guzmán, cirujano,. Dejó 100 reales para misas.
Año 1736 murió Francisco Eusebio Guzmán, cura de Villarrín.
Año 1772 murió Teresa Guzmán, viuda de Simón Gómez. Pobre. No testó. Sepultura 6 reales.

Hernández

Año 1771 murió don Marcos Hernández, cura de Villarrín. Si testó. Enterrado en la capilla mayor.
Año 1784 murió un párvulo hijo de Francisco Hernández y Teresa Cuerdo.
Año 1805 murió María Hernández, mujer de don Matías Álbarez. No testó. Recibió todos los sacramentos. Sepultura 12 reales.
Año 1805 murió Isabel Hernández, mujer de Juan Mielgo. No testó. Recibió todos los sacramentos.
Año 1815 murió doña Manuela Hernández Gil, mujer de don Francisco Javier Flórez. Si testó. Dejó dos herederos. Recibió todos los sacramentos.

Herrero

Año 1719 murió Manuel Herrero, pobre de Villanueva del Campo.
Año 1744 murió Antonio Herrero, pobre. No testó. “Hiciéronle entierro y autos sus parientes”. Enterrado dentro de la capilla mayor. Cruz de plata.
Año 1745 murió Ángela Herrero, viuda. Si testó. Enterrada dentro de la capilla mayor.
Año 1789 murió el párvulo Santiago, hijo de Manuel Herrero y Juana Ballejo.
Año 1799 murió la párvula Eulalia, hija de Manuel Herrero y Juana Ballejo.
Año 1801 murió la párvula Margarita, hija de Manuel Herrero y Joaquina Vallejo.
Año 1805 murió el párvulo José, hijo de Manuel Herrero y Joaquina Vallejo.
Año 1806 murió Dictino, adulto, hijo de Manuel Herrero y Joaquina Vallejo, residentes en ésta.
Año 1814 murió Tecla de 20 años, hija de Manuel Herrero y Joaquina Vallejo, difunta. Recibió el sacramento de la extremaunción.

Ibañez

Año 1767 murió Serafina Ibañez, mujer de Manuel Mielgo. Si testó. Enterrada en la capilla del Cristo. Cruz de plata.


Iglesias

Año 1808 nació Juana Rosa hijo de Narciso Iglesias (dependiente de la ronda) Expósito en Santiago C. y de Lucia Centeno nieta materna de Antonio Centeno y Juana Fernández, ambos de Figueruela , Galicia.
Izquierdo

Año 1714 nació Juan Antonio hijo de Pablo Izquierdo y María Alaxa.

Juárez

Año 1770 matrimonio de Francisco Juárez, hijo de Juan Juárez y Manuela Maestro, ambos de Villafáfila; con Juana Rodríguez, hija de Francisco Rodríguez y Ángela García.
Año 1771 nació Isabel, hija de Francisco Juárez, nieta paterna de Francisco Juárez y Francisca Maestro, ambos de Villafáfila; y de Juana Rodríguez, nieta materna de Francisco Rodríguez y Ángela García.
Año 1786 matrimonio de Francisco Juárez, hijo de Fernado Juárez y de María Sastre, ambos difuntos y de Riego del Camino; con Salvadora Calvo, hija de José Calvo y Gerónima Gallego, ambos difuntos.
Año 1787 nació Gerónima, hija de Francisco Juárez, nieta paterna de Fernando Juárez y María Sastre; y de Salvadora Calbo, nieta materna de Joseph Calvo y Gerónima Gallego.
Año 1790 nació Raimundo, hijo de Francisco Juárez, nieto paterno de Fernando Juárez y María Sastre; y de Salvadora Calbo, nieto materno de Joseph Calvo y Gerónima Gallego.
Año 1794 nació María, hija de Francisco Juárez, nieta paterna de Fernando Juárez y María Sastre; y de Salvadora Calbo, nieta materna de Joseph Calvo y Gerónima Gallego.
Año 1797 nació Juana, hija de Francisco Juárez, nieta paterna de Fernando Juárez y María Sastre; y de Salvadora Calbo, nieta materna de Joseph Calvo y Gerónima Gallego.
Año 1800 nació Miguel Antonio, hijo de Francisco Juárez, nieto paterno de Fernando Juárez y María Sastre; y de Salvadora Calbo, nieto materno de Joseph Calvo y Gerónima Gallego.
Año 1800 murió Francisca Juárez? Mujer de Juan Rodríguez. Testó a Carriegos. Recibió todos los sacramentos.
Año 1801 nació Saturnino, hijo de Francisco Juárez, nieto paterno Fernando Juárez y María Sastre, ambos de Villalba; con Salvadora Calvo, nieto materno José Calvo y Gerónima Gallego.
Año 1805 nació Fernando, hijo de Francisco Juárez, nieto paterno Fernando Juárez y María Sastre, ambos de Villalba; con Salvadora Calvo, nieto materno José Calvo y Gerónima Gallego.
Año 1805 murió María Juárez mujer de Tirso de la Fuente. No Testó. Dejó herederos. Recibió todos los sacramentos.
Año 1806 murió la párvula Juana, hija de Francisco Juárez y Salvadora Calvo.
Año 1806 murió un párvulo,  hijo de Francisco Juárez y Salvadora Calvo
Año 1814 matrimonio de Raimundo Juárez, hijo de Francisco Juárez y Salvadora Calvo, difunta; con Michaela Méndez, hija de José Méndez y Rosa Barcia.
Año 1817 nació Antonia, hija de Raimundo Juárez, nieta paterna de Francisco Juárez y Salvadora Calvo; y de Micaela Méndez, nieta materna de José Méndez y Rosa Barcia.

Justo

Año 1806 murió María Justo mujer de Lucas Cordero. No testó. Dejó hijos. Recibió todos los sacramentos.

Ledesma

Año 1745 matrimonio de José Ledesma, viudo de Catalina Lobato, de Otero de Sariegos, con Juana Calvo hija de Simón Calvo y Teresa Gúzman.
Año 1808 matrimonio de Felipe Ledesma, hijo de Gervasio Ledesma y Constanza Temprano, ambos de Otero de Sariegos; con Manuela Gómez, hija de Juan Gómez y Tomasa Gutiérrez.
Año 1815 murió Manuela Ledesma, mujer de Clemente Alonso. Si testó. Recibió todos los sacramentos.
Copia de documentos procedentes del Archivo Parroquial de la Iglesia de Villarrín de Campos, transcritos por Manuel Renau Sancho





miércoles, 4 de octubre de 2017

DE CAMPANAS Y OTROS RELATOS 01

La Asociación  cultural Carpe Diem recogió una serie de trabajos sobre las campanas con objeto de incluirlos en un futuro libro en colaboración con la asociación de campaneros zamoranos. Como es difícil determinar cuándo se va a realizar dicha publicación, iremos subiendo en este BLOG  las diferentes colaboraciones, sin perjuicio de que constituyan parte de una posible edición.


LAS CAMPANAS DE VILLAFÁFILA

Elías Rodríguez Rodríguez

Las campanas en los pueblos han sido fundamentales en la vida de sus habitantes pues han regido los tiempos y  señalado  los acontecimientos cotidianos y los extraordinarios, tanto civiles como religiosos a lo largo de los siglos pasados. Han sido determinantes en la construcción de los templos cristianos y ayuntamientos con la erección de altas torres y espadañas para que los sones de las campanas pudieran llegar a todos los vecinos y parroquianos.

Hoy vamos a tratar algunas noticias históricas de campanas en Villafáfila  que nos permiten vislumbrar esa importancia de sus tañidos.

Esta villa zamorana de la Tierra de Campos contaba a finales del siglo XV con siete iglesias parroquiales y tres ermitas urbanas, con lo que el número de campanas no bajaría de veinte. Así se deduce de los libros de fábrica conservados de algunas parroquias, actualmente en el Archivo Diocesano de Zamora.

El de San Andrés es el más antiguo y ya en 1557 el obispo cuando visita la parroquia deja mandado que se quiten las campanas para hacer la torre que se empezó dos años más tarde cuando se inventarían “dos campanas en la torre y una pequeña para el sacramento”, que habían vuelto a ser colocadas en 1569. En 1784 con la iglesia en ruinas da licencia para tirar la torre  y vender la campana.  
En el inventario de la parroquia de San  Martín  figuran  en 1569 dos campañas en la torre y otra del reloj.  En 1628 deja anotado el obispo: “que en la iglesia parroquial de Santa Marta que oy es rural y está en el campo fuera de la villa ay una campana y por el peligro que tiene la torre mando, que se deposite en San Martín”. Tantas campanas parece que  no eran necesarias y en 1688 un esquilón que pesaba 54 libras se vendió paa la iglesia de Bamba. En 1714 se inventarían en San Martín cuatro campanas, de las cuales “una sirve de reloj”.
En San Salvador había tres campanas en la torre, una pequeña y dos grandes,  A principios del siglo XX, con el desmantelamiento de la iglesia, una se vendió a la parroquia de Colinas, otra para Ferreras de Abajo y otra se puso en la torre de San Martín.
La iglesia de San Juan contaba con varias campanas, sabemos que dos de ellas se desplomaron en 1732 sobre le tejado del hospital de San Juan, según figura en el libro de Fábrica de S. Martín en 1732: “ 30 reales para la reparación del hospital de San Juan  por haberse hundido allí dos campanas de la dicha iglesia
Se repusieron en la torre aunque la parroquia fue suprimida a finales de ese siglo, pues en 1795 el admintrador de la Real Fabrica de Salitres que se construye en la villa dice que “había mandado el Sr Obispo de Astorga derribar una yglesia [ la de San Juan], cuya torre y paredes son de piedra buena, y me han asegurado que venderían muy barato...”, por lo que solicita  su compra para el ensanche de las fábricas. Y propone  una nueva utilidad  para las campanas, fundirlas  para hacer unas calderas de metal: “ se podrian comprar las tres campanas si se quieren hacer calderas vaciadas”. La respuesta del obispo a la propuesta de compra es que tiene que pensarlo mejor porque ha sido lugar sagrado y cementerio de difuntos, antes de decidir el destino que se le ha de dar.
En San Pedro en la torre había en 1707 cuatro campanas,  una de ellas llamada esquilón. En 1915 se quitan las campanas de Santa María poniendo las de San Pedro, y una de que quitan  se pone en San Martín.
Actualmente en la única iglesia que permanece, la de Santa María, en la espadaña norte cuenta con dos campanas grandes colocadas en un mismo nivel para repicar y encordar ambas simultáneamente, y otra por encima, de tamaño mediano, el esquilón del Santísimo que se toca los terceros domingos de cada mes; en la espadaña sur está colocada una campana pequeña, la esquila, para tañerla tres veces antes de cada misa.

Las campanas regían toda la jornada cotidianamente: desde muy temprano se tocaba a misa en las diferentes parroquias. A mediodía sonaban para señalar la hora  del Ángelus: “ ... todos los día recen al toque del ave maría ...”. Por las tardes se tocaba al rosario, y en muchas festividades a vísperas y vigilias.
Desde al menos 1576 “todos los sábados a la puesta del sol se diga la salve cantada y se toquen las campanas”, según deja  mandado el obispo en la parroquia de San Martín.
Los toques de las campanas no solo señalaban las  rutinas diarias, sino que los principales acontecimientos de la vida de las personas estaban marcado por sus sones, tanto en los bautizos como en las  bodas, los repiques de las campanas de la parroquia daban noticia del evento. Y se “encordaba” para anunciar que cuando  feligrés fallecía y le acompañaban hasta el cementerio. Y en los incendios todas las campanas tocaban a rebato para alertar a los vecinos.

            Los entierros eran especialmente solemnes para los miembros de las múltiples cofradías de la villa, de las que tenemos alguna noticia.
En la antigua regla de la cofradía o cabildo de San Gervás, que agrupaba a los clérigos de la villa desde la Edad Media y a los principales seglares se dice:
Yten que los clérigos confrades manden encordar cada uno en su yglesia por el tal confrade o confrada defunto al encomendar y a la vigilia e al sacar de casa  e al enterramiento, y el que no encordare peche media libra de çera por cada ofiçio que herrare
En la nueva regla de 1586 establecen una función de ánimas por los cofrades difuntos  de dos días de duración para la que: “se doble ambos días en todas las iglesias a un tiempo y, si al cabildo le pareciese, toda la noche en la iglesia donde se hiciere la función”. Curiosamente se cambia la denominación antigua de encordar que sigue persistiendo actualmente, con la moderna de doblar.
El aviso para la asistencia a los entierros de los cofrades del Santísimo, consistía en nueve campanadas con la campana pequeña de la torre de Santa María, que todavía se conserva como campana del Santísimo, por parte del mayordomo según la regla y estatutos redactados en julio de 1677. 
Y la cofradía de las Ánimas, además de usar las campanas de la parroquia de San Juan, tenían una campanilla propia que sonaba por toda la villa cuando fallecía un cofrade, debiendo rezar todos los miembros del Cabildo Eclesástico de la villa:  “al oir la campanilla de las ánimas”.
Además llamaban a los cabildos o juntas de las cofradías. Cuando el obispo de Astorga en su visita pastoral de 1642 decide suprimir la parroquia de San Andrés para anejarla a la de San Pedro por falta de feligreses, los cofrades de la Vera Cruz se presentan ante su ilustrísima: “y dijeron que pedían merced para hacer en San Andrés los cabildos de la cofradía y que la campana grande quede en la iglesia”, a lo que accede el obispo.

Además de las devociones religiosas, las campanas se tocaban con  ocasión de ciertos ritos ancestrales a medio camino entre la religiosidad y la superstición, como en los días de tormenta para espantar los nublados con un toque especial de:
Tente Nublado,
que vienes cargado.
Detente, detente,
que matas a la gente

Y no sólo cuando las que las tormentas amenazaban con descargar el pedrisco, sino tambien para prevenir las mismas. En Villafáfila, como en otros pueblos del antiguo reino de León, se celebraba con mucha solemnidad la festividad de Santa Brígida el primero  de febrero, con función religiosa y colación  a cargo del concejo, y uno de sus ritos era el toque de las campanas durante toda la noche para deshacer los nuberos que se suponía que esa noche fabricaban los demonios, y así espantar las granizadas de todo el año. En 1576 en las cuentas del concejo se anota “un real que pagué al muchacho de Diego Toranzo porque tañó las campanas la noche de la señora Santa Brígida” además de ñlos gastos de la colación (A.R.Ch.V. Taboada o. Pleito 267-1).
 Para ampliación de este culto ancestral:

Además de su faceta religiosa y creencial, las campanas jugaban un importante papel en la vida civil:

Los vecinos se juntaban en los concejos ordinarios para tratar las cosas importantes de la villa desde la Edad Media llamados por la campana, y son numerosos los testimonios, en en los concejos extraordinarios, por ejemplo en 1468 reciben al enviado por el nuevo maestre de la Orden de Santiago “ayuntados en su conçejo a campana tañida en la plaza de Sant Martín de la dicha villa”  (A.H.N. NOBLEZA. Frías Leg. 664, doc 69), pues al carecer entonces de casa de concejo se reunían en los portales de las iglesias o en las plazas.

Todos los años por San Juan de junio se elegían los nuevos alcaldes y regidores:
por sus suertes que hecharon dobladas en un sombrero e aviéndolas meneado y llamado la gente y vecinos de dicha villa por son de campana tañida para que delante dellos se hechasen las dichas suertes en la audiencia pública”  (A.R.Ch.V. Fernando Alonso f. C. 947-3).
Cuando  los alcaldes tenían que celebrar audiencias en los pleitos y juicios entre los vecinos: “los alcaldes ordinarios han estado en costumbre de hacer audiencias lunes, miércoles y viernes en lo que toca a acusar ante ellos rebeldías de emplazados y al tiempo de la dicha audiencia  se tocaba la campana para los dichos plazos para que los emplazados pareciesen”, como recuerdan los testigos en 1576 (A.R.Ch. V. Lapuerta f. C. 2874-4)
En la primera casa de ayuntamiento que se construyó en el siglo XVI no se puso campana, por lo que siguió siendo utilizada por el concejo la campana del reloj colocada en la torre  de la iglesia de San Martín, que era propiedad del ayuntamiento, pues todos los vecinos tanto pecheros como hidalgos habían participado en su coste como recuerda uno de éstos, Gutierre de Ballesteros, refiriendose a finales del siglo XV:  “e avya pagado en cosas en q avyan pagado los omes fijodalgo e este testigo como fijodalgo q heran para faser una puente e una canpana” (A.R.Ch.V. Registros de Ejecutorias. C.195-29).
            En 1677 el ayuntamiento compró un reloj nuevo en Valladolid, para sustituir al viejo colocado en la torre de San Martín, se compuso el tejado de la torre y se cerró la ventana que daba a la plaza. Se hizo una escritura pública ante el escribano Vitacarros de concordia entre el concejo y la iglesia sobre la entrada para componer el reloj.

El ayuntamiento tenía a una persona encargada del mantenimiento del reloj y tocar las campanas, así por acuerdo del regimiento en  3 de julio de 1677: “se nombra para que toque las campanas a buen tiempo, de día y de noche como se acostumbra a Pedro Vidal desde este día hasta fin de septiembre le señalan de salario por dicho tiempo 14 cuartales de trigo” (poco más de cien Kg.).
Y en las cuentas conservadas de los años siguientes figura una partida para pagar al relojero-campanero, tanto de trigo como un pequeño complemento dinerario entre los 10 y los 27 reales porque se trataba de un empleo a tiempo parcial.
A partir de 1715 el portero del ayuntamiento ejerce a la vez de relojero y campanero y se le fija un salario mayor, pues en 1738 se le pagan 200 reales y en 1743 12 fanegas de trigo 8520 Kg.) y 30 reales.

Cuando a finales del siglo XVIII se construye una nueva casa de ayuntamiento, se remata con una espadaña, en la que se coloca la campana del reloj para marcar las horas y para hacer los llamamientos, trasladando la de San Martín.